"El problema, no estriba en meterse en la cabeza ideas nuevas, sino en cómo sacarse de la cabeza las ideas viejas". Tom Peters

domingo, 1 de febrero de 2015

El dinero lo cambia todo

"Hace unos años estudiaron una guardería infantil en Israel para determinar si el hecho de imponer una multa a los padres que llegaran tarde a recoger a sus hijos resultaba un elemento disuasorio útil. Uri y Aldo llegaron a la conclusión de que la multa no funcionó bien, y de hecho incluso tenía efectos negativos a largo plazo. 

¿Por qué? Pues porque antes de que se introdujera la multa los maestros y los padres tenían un contrato social, con normas sociales que regulaban el hecho de llegar tarde. Así, si los padres llegaban tarde -como sucedía ocasionalmente -, se sentían culpables por ello, y dicha culpabilidad les llevaba a ser más puntuales a la hora de recoger a sus hijos en el futuro (en Israel la culpabilidad parece ser una forma eficaz de lograr que algo se haga). 

Pero al empezar a imponer las multas, la guardería había reemplazado inadvertidamente las normas sociales por las mercantiles. Ahora que los padres pagaban por su tardanza, interpretaban la situación en términos de normas mercantiles. En otras palabras: puesto que ahora les multaban, podían decidir por sí mismos si llegaban tarde o no. Ni que decir tiene que no era lo que la guardería pretendía.

...la parte más interesante se produjo unas semanas después, cuando la guardería eliminó la multa. Ahora el centro volvía a la norma social. ¿Volverían también a la norma social los padres? 

Pues no, en absoluto. Una vez eliminada la multa, el comportamiento de los padres ya no varió: siguieron llegando tarde a recoger a sus hijos. De hecho, cuando desapareció la multa incluso se produjo un ligero incremento del número de padres retrasados, ya que, al fin y al cabo, ahora se habían eliminado tanto las normas sociales como las mercantiles. 

Este experimento ilustra un hecho desafortunado: siempre que una norma social choca con una norma mercantil, la norma social desaparece. En otras palabras: las relaciones sociales no son nada fáciles de restablecer". 


Leído en:

Ariely, Dan. Las trampas del deseo. Cómo controlar los impulsos irracionales que nos llevan al error. Editorial Ariel, 2008

Se puede comprar en el siguiente enlace:
 http://www.planetadelibros.com/las-trampas-del-deseo-libro-15620.html